Por qué una sesión de fotografía vale X

¿Recuerdas aquél anuncio que decía el TOTAL es lo que cuenta? Aquélla publicidad quería concienciarnos de lo importante que es el ahorro de agua, ¿verdad?.
En fotografía pasa un poco igual: TOTAL por unas fotos, TOTAL por unos disparos, TOTAL si en la playa se está muy bien, TOTAL si a ella le gusta... Y cuando sumas los totales, las cuentas no salen. Una pena, pero es así.
Casi todos los profesores que he tenido coinciden en afirmar que en España falta cultura fotográfica.
Estoy cansada de escuchar cosas como 'pero si a ti te gusta', 'qué trabajo más fácil'...
Es cierto que me apasiona lo que hago con una cámara pero eso no significa que emplee horas de mi vida para 'regalarte' mi trabajo.
La fotografía hay que valorarla en su justa medida, aunque es cierto que hay un segmento de población a la que le gusta regalar o contratar sesiones periódicamente. No creas que tu hijo va a ser siempre recién nacido o tu marido va a tener pelo toda la vida ;).
Lo que resuelvas hacer con ella es cosa tuya, pero, ahora, cuando veo fotos de mi hijo cuando era pequeño, me derrito y me da pena que hace 21 años no existieran las cámaras digitales. Si existían, yo no las conocía, desde luego.
Así que te resumo un poco todo lo que hay detrás de una sesión fotográfica para que te hagas una idea de por qué tiene un determinado precio:

1. Localizaciones.
Buscar nuevas localizaciones es una tarea agradable pero el tiempo que se invierte y el desplazamiento tienen un coste. ¿Acaso tu empresa no te paga el kilometraje en tus desplazamientos laborales?. Algunas búsquedas han durado días enteros. No es solamente el lugar, también necesitas esperar o buscar esa luz especial que hace las fotos más bellas.

2. Edición.
Una vez que has terminado la sesión y llegas a casa, descargas inmediatamente las tarjetas para ver el resultado. Yo siempre estoy deseando verlas.
Y, aunque se habla mucho del mal uso de Photoshop en moda, la realidad es que SIEMPRE es necesario utilizarlo para modificar luces, sombras o borrar algún granito. Por muy perfecta que sea la foto siempre debe revelarse para controlar mejor la imagen.

3. Imprimir o (en su caso) maquetar el álbum.
En el caso de la impresión, hay que llevar los archivos al laboratorio y a veces el primer resultado no es el deseado, con lo cual hay que andar repitiendo y haciendo pruebas.
Si eliges un fotolibro,  MAQUETARLO y montarlo = TIEMPO.

4. Desplazamientos.
Yo suelo desplazarme al lugar que elija el cliente para la sesión. Ese día o días me lleva mi tiempo y mi coche llegar hasta el lugar convenido.

5. Equipo.
Desgraciadamente, la fotografía no es barata. La inversión en equipo es muy alta pero eso nadie lo valora. Parece que cualquiera puede comprarse una cámara ( a veces incluso mejor que la tuya) y ponerse a disparar sin ningún tipo de conocimientos previos.
Son necesarias diferentes lentes para según qué cosas. Por ejemplo, para sacar con gran precisión la manita de un recién nacido, es imprescindible tener un objetivo macro.

6. Props (lo que se ha venido llamando toda la vida accesorios)
Para cada sesión son necesarios diferentes props y eso cuesta unos euritos también: globos, fruta, cestas, mantas, pañuelos, paraguas, confeti, guirnaldas...y una largo etcétera...que reconozco me gusta muchísimo comprar porque se trata de la antesala de una sesión.

En definitiva, este es un pequeño resumen de lo que se necesita para una sesión fotográfica. Espero haber aclarado algunas dudas a los que me habéis preguntado algunas veces por este tema.

Besos, ¡que tengáis una buena semana!.