La hija que nunca tuve

Aunque nunca me gustaron demasiado los niños, lo reconozco, me habría encantado ser madre de una niña. Dar una hermanita a mi hijo me habría hecho muy feliz. El pobre estuvo hasta los 10 años preguntándome si iba a tener hermanos. A partir de esa edad, dijo que ya no quería, que prefería estar solo...jajajajaja...:)))
Pero... one more time, la vida no viene como uno proyecta, sino como decía Lennon, 'la vida es eso que pasa mientras haces o planeas otras cosas'.
Dicho esto, hoy te presento a María y a Dion. María vino al mundo un 25 de septiembre de hace 20 años. La recuerdo perfectamente, gordita y sonrosada. Ese día, su tía Carolina exponía la tesina que con tanto esfuerzo había estado preparando durante años. Allí estábamos escuchando su discurso cuando nos avisaron de que estaba a punto de nacer. Tenía prisa por llegar.
Mª Ángeles, su madre, fue una de mis mejores amigas de la infancia. La pena, perderla tan pronto. Nos dejó cuando María y sus dos hermanos, Ana y Santiago, eran aún bebés. Una de esas pérdidas que te dejan en shock durante mucho tiempo y de la que nunca llegas a recuperarte del todo.
A partir de ahí, la vinculación a esta niña y a sus hermanos ha sido muy fuerte. Y en muchas ocasiones he visto en ella a la hija que nunca tuve.
María siempre ha sido más madura de lo que le correspondía por edad, responsable, cariñosa, un encanto. Durante su infancia, mi hijo y ella fueron grandes amigos (nacieron el mismo año). Incluso, bromeábamos siempre con la posibilidad de que fueran novios en el futuro aunque no ha sido así :(((
Cada uno ha emprendido el camino por su cuenta. Ella lleva un par de años muy feliz junto a Dion, su novio. A pesar de lo jóvenes que son ya han vivido en dos países: España y Alemania. Y ahora, después de comprobar que en España se vive mejor (aunque haya menos trabajo) han vuelto al sur y me hacía mucha ilusión fotografiarlos.
A Dion lo había tratado poco, pero me ha sorprendido gratamente, la verdad. María ha elegido muy bien. Es guapo, amable, educado, vamos que lo tiene 'tó' el muchacho.
Editando esta sesión, y viendo sus gestos y sus caras he disfrutado más que comiéndome una caja de Ferrero Rocher (ya sabes de mi adicción al chocolate).
Como ves, en la vida vamos perdiendo en la misma forma en la que ganamos. Se fue su madre pero los ganamos a ellos, que no es poco. Afortunadamente, son personas maravillosas y felices.

Este es el último post de 2015. ¡Qué rápido pasa el tiempo cuando nos hacemos mayores!. ¿Has hecho balance? ¿Has anotado en un papel lo mejor y lo peor que te ha pasado? ¿Te has planteado ya las pequeñas metas para 2016? ¡Venga, que mañana es tarde!.

Con todo el amor que desprende esta pareja, me despido hasta el año que viene.
Si te vas de viaje, pásalo bien, si te quedas en casa con tu suegra, pues pásalo igual de bien, y si estás solo, procura disfrutar de tu compañía.
¡Feliz navidad a todos y mil gracias por acompañarme cada semana!
Besos