Sobre el pavimento helado los copos de nieve
caían en silencio como una lluvia de infinitas plumas.
Haruki Murakami
La última vez que vi la nieve fue hace siete años con un temporal de miedo en Sierra Nevada (Granada) donde permanecimos aislados durante un par de días, así que, después de aquélla experiencia, no he vuelto a pisarla hasta este fin de semana. Juan (mi marido) y yo decidimos ir a Segovia para celebrar el día de los enamorados.
Es una ciudad en la que hay mucho que ver y fotografiar y ese sabor medieval que tanto nos llama a los del sur hace que me guste volver una y otra vez. En lugar de hacer la ruta de siempre, fuimos por el puerto de Navacerrada.
Como ves en las imágenes, las nevadas han sido bastantes generosas este invierno y han dejado una bella estampa para los que hemos tenido la suerte de ir a verla, tocarla y sentirla. Espero que te gusten y sientas la misma sensación de paz que tuve yo:
De camino a Segovia, una vez dejamos atrás Navacerrada, paramos en una pequeña aldea donde te transportas a otra época con sus casas abandonadas.
El río Eresma, a su paso por Segovia, se encontraba casi congelado como puedes ver en la imagen.
En definitiva, bellezas de paisajes sin ir muy lejos de casa.
¿Qué te ha parecido el paseo? ¿Te gusta la nieve?
Muchas gracias por venir y muchos besos
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